CASO DE ÉXITO
Ricardo Atanacio y Javier Heusser
Barra Fundición: Estrategias clave en el mundo del café
Las lecciones más importantes
💼 Un buen control financiero y de flujo de caja es fundamental para la sostenibilidad del negocio. Las empresas mueren cuando se quedan sin plata para el día a día.
🤝 La gestión del equipo es sin duda uno de los mayores desafíos que enfrentan las empresas. Hay que dedicar tiempo para encontrar, motivar y retener talento.
📊 No sirve de nada estar sentado en una montaña de datos si no los activas. Ocupa los datos para entender tus ventas, cambiar precios, armar promociones y ampliar tu rango de productos.
🏙️ La ubicación del local debe asegurar un flujo de gente para mantener una base en el día a día.
🤝 La relación entre socios debe estar construida sobre una base sólida de confianza, con una comunicación abierta, honesta y constante.
Barra Fundición
Barra Fundición es una cafetería de especialidad ubicada en Santiago, Chile. Fundada por Ricardo y Javier, combina la pasión por el café de calidad con una propuesta gastronómica innovadora, ofreciendo una experiencia única en un ambiente cuidadosamente diseñado.
La historia de
Barra Fundición
¿Quién está detrás de Barra Fundición?
Nosotros somos Ricardo y Javier, los socios fundadores de Barra Fundición. Yo, Ricardo, siempre me he dedicado a la arquitectura, pero tenía un interés en el café de especialidad y en temas como los fermentos, los panes de masa madre y la charcutería. Hoy en día, con la difusión en internet, uno puede informarse más sobre estos temas sin necesariamente ser chef. Sigo trabajando de manera bastante activa en arquitectura y creo que hay una relación entre ambas cosas, especialmente en cuanto a los procesos de diseño.
Por mi parte, yo, Javier, me he dedicado a áreas comerciales, trabajando en retail, laboratorios y bancos, siempre enfocado en vender más y vender bien. Hace unos tres años me independicé y empecé a hacer asesorías e intermediación financiera. Ahí apareció Ricardo, que es amigo desde el colegio, con la idea de hacer una cafetería. Nos pusimos a evaluar el proyecto, sacar números y hacer planillas, y terminamos siendo socios en Barra Fundición.
¿Qué es Barra Fundición y cómo se les ocurrió la idea?
Barra Fundición tiene dos etapas como marca. La primera fue de germinación, asociada a Casa de Oficio Providencia, un lugar con talleres de cocina y manualidades. Ahí apareció la oportunidad de crear la marca de café de especialidad en un pequeño espacio, donde partimos con otros socios que hoy ya no están. Aprendimos mucho y complementamos el café con productos propios del lugar. Así nació la marca, con un diseño interesante que hemos mantenido.
La segunda etapa vino con una invitación del MUT (Mercado Urbano Tobalaba) en Santiago, Chile. Ahí consolidamos con Javier como socios, armando el proyecto antes de la pandemia y ejecutándolo años después en condiciones distintas, donde las oficinas funcionan con otras dinámicas que hace algunos años.
Esa primera experiencia fue clave, porque este negocio es demandante. Meterse de lleno en algo ambicioso es complejo, más viniendo de otras áreas. La partida era fundamental, porque un proyecto así requiere un control de flujo importante.
Es peligroso verlo con romanticismo, creyendo que bastará una buena idea. Si no está bien controlada, no tiene futuro.
Por eso siempre vi clave tener un socio capaz de llevar un control que yo (Ricardo), por mi formación y tiempo, no podría. Javier me ayudó con los primeros flujos que armé. Lo conversamos y me pareció una gran oportunidad tenerlo de socio, no sólo por sus conocimientos comerciales, sino por nuestra amistad de años. Mucha gente ve peligroso mezclar negocios y amistad, pero también hay una lealtad para conversar las cosas de otra forma.
Me daba tranquilidad tener un socio cercano y leal, más que un socio capitalista que sólo pone plata y demanda retribuciones sin entender el proyecto.
¿Cómo armaron lo que tienen hoy?
Ha sido todo un proceso de evolución y adaptación. Cuando partimos con este negocio, teníamos una idea bien clara de lo que queríamos ofrecer, una propuesta especializada y enfocada en productos de calidad que no se encontraban fácilmente en otros lugares. Pero claro, en ese momento inicial, tuvimos que ser un poco más flexibles en nuestra oferta para poder asegurar un flujo de caja que nos permitiera sostenernos.
Los negocios muchas veces mueren por problemas de flujo de caja, entonces, al principio, tuvimos que vender algunos productos que quizás no eran exactamente lo que teníamos en mente originalmente, pero que nos ayudaban a generar el volumen de ventas necesario para cubrir los costos y llegar a fin de mes.
Fue como venderle un poco "el alma al diablo" pero siempre teniendo claro cuál era nuestro norte, el espíritu detrás de nuestro negocio.
Ahora, con el tiempo y el crecimiento del negocio, hemos podido ir retomando esa visión original con una propuesta especializada y de calidad. Estamos en un punto de inflexión, con mayor flujo de público y más desarrollo del nicho en el que nos movemos.
En todo este proceso, hemos aprendido que para tener éxito en este negocio, es clave encontrar un buen mix de productos, que tengan los márgenes adecuados para sostener el negocio, y acompañarlos de un buen café.
Otro de los aspectos más complejos y desafiantes es el manejo de los recursos humanos. Nuestros equipos suelen ser acotados, compuestos principalmente por jóvenes que están en este rubro de manera temporal, no haciendo carrera a largo plazo. Eso significa que tenemos una rotación importante, con gente que está con nosotros entre uno y tres años generalmente.
Es fundamental ser capaces de entender a estas nuevas generaciones, sus motivaciones y expectativas, y asegurarnos de que su paso por nuestro negocio sea una experiencia formativa y beneficiosa para ambas partes.
Queremos que sientan que están aprendiendo y creciendo, y que a la vez nos retribuyan con su trabajo y compromiso mientras estén con nosotros.
Sabemos que es probable que nos sigamos encontrando con ex-trabajadores en el futuro, tal vez como competencia, pero esperamos que sea una competencia sana y que les vaya muy bien. Si les va bien, significa que hicimos un buen trabajo en su formación y que aportamos algo valioso. Además, una competencia de calidad mejora el nivel del mercado en general, y eso nos beneficia a todos.
Otro aspecto clave en nuestro proceso ha sido estar constantemente escuchando y aprendiendo de otros que tienen más experiencia que nosotros en este rubro. Por nuestro café pasan personas que saben mucho más que nosotros, que han estado más años en esto, ya sea en el mundo del retail, del comercio o de restaurantes. Tratamos de estar siempre atentos a sus comentarios y consejos, entendiendo por supuesto que el contexto ha cambiado mucho en los últimos años y que lo que funcionaba hace cinco años no necesariamente aplica hoy. Pero siempre es valioso escuchar esas perspectivas y tratar de situarlas en el contexto actual.
Así que, en resumen, las claves para armar un negocio como el nuestro pasan por cuidar muy bien el aspecto financiero, especialmente el flujo de caja, desarrollar un buen producto con un mix adecuado que permita márgenes saludables, y gestionar de manera muy fina y cuidadosa al equipo humano, que es probablemente el aspecto más complejo. Y por supuesto, siempre teniendo claro el norte, el espíritu que le queremos imprimir a nuestro negocio, pero a la vez siendo flexibles para adaptarnos a las demandas del mercado sin perder nuestra esencia en el camino.
¿Cómo consiguieron sus primeros clientes?
Bueno, acá la particularidad es que estamos instalados en un mercado tipo mall donde ellos hacen el trabajo de traer gente, el flujo es parte de lo que cobran mensualmente dentro del arriendo.
Adicionalmente tenemos la particularidad de que estamos ubicados en el hall de acceso a un edificio de oficinas de 15 pisos, entonces tenemos bastante flujo diario. Creemos que es uno de los aspectos claves de un negocio con atención a público: Tiene que tener buen afluencia de público y buenos accesos.
Donde sí le hemos puesto ganas y más profesionalismo es en las redes sociales, ya que es clave transmitir quiénes somos, la identidad de Barra Fundición, para dónde vamos y qué experiencia queremos dar. Por otro lado, queremos atraer a la gente mostrando productos atractivos, recibiendo buenas críticas y manteniendo una comunicación cercana con los clientes.
Nosotros tenemos dos públicos: Tenemos gente que llega por el edificio de oficinas, que es nuestro público de la semana, del día a día, que ya nos conoce, tiene su rutina y sus productos favoritos. Y tenemos el público que está al paso, que es el que viene al mall a comprar o a comerse algo y dentro de su recorrido pasa a nuestro café. Entonces tenemos que pensar en como ofrecer una propuesta de valor que puedan satisfacer a nuestros dos tipo de consumidores.
Hemos tenido que adaptarnos, porque el café en un principio tenía una demanda alta en la mañana, caía la hora del almuerzo y retomaba a las 3 o 4 de la tarde que es cuando se vienen a tomar el café de después del almuerzo. Entonces dijimos "OK, a la oferta de almuerzo tenemos que ponerle un poco más de ojo", ya que estamos perdiendo una oportunidad. Ahí fue cuando incluimos más opciones de almuerzo que ahora estamos probando con muy buena aceptación del público.
Recién encontramos un proveedor interesante que está dispuesto a desarrollar productos junto a nosotros, más acorde a lo que nos está pidiendo el público pero alineado con nuestra línea editorial.
La adaptación es y tendrá que ser constante hacia adelante, no solo de vez en cuando.
¿Cómo afrontaron las áreas donde no eran expertos?
La verdad es que todavía estamos trabajando en las áreas donde no somos expertos. Como empezamos un poco tarde con algunas de ellas, ya que primero teníamos que enfocarnos en lo esencial, hemos buscado asesoría.
Lo bueno es que, al ser amigos de muchos años, nuestro círculo cercano ha aportado lo que sabe. No hemos cubierto todas las áreas, porque no tenemos conocidos para todo, pero varios amigos y conocidos se han acercado y nos han ofrecido su ayuda. Así que hemos hecho alianzas con expertos que nos están apoyando a desarrollar las partes donde tenemos menos experiencia, como la web, redes sociales y otras áreas.
En cuanto a la cocina, también hemos recibido asesorías, pero seguimos trabajando en eso. En general, no nos hemos quedado con una sola opinión; siempre estamos buscando distintas perspectivas y tratando de ser curiosos para no quedarnos con una única solución.
¿Necesitaron financiamiento para comenzar?
Tuvimos la suerte de que parte del proyecto ya estaba armado de antes, como el diseño de marca hecho por un estudio de diseño muy bueno llamado Draft. También ya teníamos la parte tributaria organizada, las cuentas bancarias y la contabilidad, aunque todo estuvo congelado durante los 4 o 5 años que el proyecto estuvo en pausa. Eso fue clave, porque si hubiéramos cerrado todo, la partida se hace cuesta arriba. Cosas tan básicas como abrir una cuenta corriente son difíciles para una empresa que no existe.
El desarrollo del proyecto de arquitectura lo hicimos internamente. Para la construcción, nos conseguimos un financiamiento que no era bancario, sino de una financiera, porque con ventas en cero, ningún banco nos iba a prestar plata. Ahí fue importante que el centro comercial (MUT) vio que era un proyecto bien planteado, de una marca con historia, que le hacía bien a la imagen que ellos querían proyectar. Entonces nos orientaron para conseguir los recursos.
¿Cómo va el negocio actualmente?
Partimos en octubre del 2023 y de ahí hasta abril tuvimos una curva ascendente en ventas que fue siempre creciendo. Contrario a lo que uno pensaría, que en el invierno la gente consumiría más café por el frío, en mayo y junio nos bajó un poco la venta.
Frente a esta estacionalidad, tuvimos que reaccionar, haciendo algunos pequeños arreglos para poder hacer la terraza más acogedora y que nos traiga un poco más de clientes.
En el gráfico vemos la venta en Pesos Chilenos CLP, que parte en octubre 2023 con un crecimiento importante y luego el 2024 se mantiene más o menos lo que venía el año pasado. La venta de julio debiera ser similar al mes anterior, alrededor de los CLP$24.000.000 mensuales.
Estamos muy contentos con el resultado en ventas, hemos podido llevar el flujo de caja de forma consistente y ser creativos para ver como continuar generando demanda.
El mercado donde estamos (MUT) abrió hace poco y no está desarrollado completamente, es decir, todavía le falta mucho por crecer en términos de cantidad de tiendas, de afluencia de público, de construcción. Entonces de aquí a un año más deberíamos estar mucho mejor en términos de venta.
¿Qué desafío importante se encontraron en el camino y cómo lo solucionaron?
El primer desafío, y que es algo que se ve todos los días, es mantener una relación societaria lo más sana posible. Es muy importante estar siempre comunicados, no guardarse cosas, intercambiar ideas, opinar, recibir críticas, llegar a acuerdos. Si hay algo que es relevante es no guardarse, conversar y tratar de mantener muy fluida la conversación con el partner porque si no estamos de acuerdo y no estamos alineados entre los socios, será difícil que el negocio ande derecho. Eso se refleja en el personal, en la atención, en la puesta en escena.
Si hay un desafío constante, es el recurso humano, tanto por el lado del socio como por el lado de las personas, la contratación, la capacitación, que transmita lo que tú quieres dar como experiencia y como esencia de marca.
¿Qué le recomendarían a alguien que está partiendo su emprendimiento?
Primero, es crucial hacer un flujo de trabajo bien armado, que sea minucioso y abarque todas las variables. Es imposible que un negocio funcione sin un buen flujo que te ordene el día a día.
En nuestro caso, lo primero es ordenar todo lo relacionado a los productos: asegurarnos de que entren los insumos a tiempo, mantener un stock que se ajuste a lo que la gente pide y siempre estar pendientes de las ventas. Luego viene la gestión del café, que implica organizar los turnos del equipo, preparar los productos y atender bien a los clientes.
También es importante elegir una buena ubicación para el local, donde pase suficiente gente para asegurar un flujo constante de clientes. Y, claro, ofrecer un producto que se ajuste a la zona y al público
Otro punto crucial es que "hay que estar ahí", no sólo físicamente en el local, sino que revisando todos los días, yendo a comprar, viendo qué falta, armar promociones, chequear la calidad de los productos, revisar la presentación del local, hablar con los clientes.
Hay que estar encima para que todo esté bajo control, pero tampoco hay que dejar que el árbol no nos deje ver el bosque. Hay que mirar afuera y entender qué está pasando en el mercado, hacia dónde van los demás, qué nuevos competidores aparecen, para poder estar siempre actualizados y no quedar obsoletos.
Como socios, la verdad es que nos hemos complementado bastante. Yo (Javier) he aprendido a ser un poco más "empresario", manejando todo lo que implica tener una empresa: contabilidad, equipo, impuestos, y toda esa estructura mental que conlleva. Mi socio me ha aportado mucho en ese aspecto.
Además, es súper importante estar presentes en el día a día; el que quiere la tienda tiene que atenderla para entender bien cómo funciona el negocio y así tener control cuando llegue el momento de poner un administrador. El control es clave.
El flujo de trabajo tiene que ser muy estricto y duro, hay que ser poco condescendiente con uno mismo y ponerse en el peor de los escenarios. Antes de partir es clave tener bien armado este flujo.
En mi experiencia (Ricardo) habilitando unas 20 cafeterías, vi que los que fracasaron fue porque no estaban encima, no negociaban bien las condiciones con franquicias, proveedores, etc., y no mantenían bien su propia operación. No te puedes perdonar ciertas cosas porque el fracaso llega rápido si estás con el flujo de caja justo y no visualizas los problemas.
Hay que estar ahí abriendo temprano en la mañana y mirando afuera, visitando otros locales para ver cuánto cobran, cómo lo hacen, cómo atienden. Mirar y aprender de los demás es tremendamente importante.
¿Qué herramientas, servicios o software son indispensables para su día a día?
El software que usamos para manejar el inventario, los ingresos, los egresos y los productos es indispensable para nuestro día a día. En nuestro caso estamos usando Fudo, que ya lo habíamos usado antes en otro negocio. Tiene sus limitaciones, pero para la escala de trabajo que tenemos hoy día está funcionando bien.
Es un ERP relativamente básico, pero para partir ordenando el tema de las ventas, el IVA y el control de inventario es más que suficiente. La clave está en llevarlo al día, entender lo que está pasando y sacarle partido a los datos. No se trata de solo acumular información, sino de ver los tops de venta, hacer promociones, analizar en qué momento hay más público y tratar de venderle más.
La idea es usar estos softwares y ERPs para levantar información que se traduzca en mayor facturación.
Si tengo más público en la mañana, primero hay que tratar de sacarle más jugo a ese público antes de enfocarse en traer más gente en la tarde. Se trata de convertir los datos en acciones concretas para vender más.
¿Qué es un ERP? 🤔
Un ERP (Enterprise Resource Planning) es un sistema que ayuda a las empresas a organizar y controlar todas sus operaciones en un solo lugar. Permite gestionar temas como las finanzas, el inventario, las ventas y los empleados, todo desde una misma plataforma.
¿Recomendarían algún libro, perfil de redes sociales o sitio web que les haya ayudado a crecer?
Creemos que la inspiración para crear un buen lugar viene de una mezcla de experiencias y observaciones. No se trata solo de mirar libros o sitios web, sino de vivir y absorber la esencia de diferentes ciudades y lugares que nos han marcado.
Para nosotros, ciudades como Sao Paulo o ciertos barrios de Nueva York tienen una dinámica urbana especial, una forma de entender la calle y la relación entre lo público y lo privado que nos parece muy interesante. Hay locales en esos lugares que logran capturar algo especial, una coherencia entre el servicio, el diseño interior, la música, la comida... todo alineado.
En cierta forma, es como la arquitectura. Una casa debe ser coherente con su barrio, el barrio con la ciudad, y la ciudad con su geografía y clima. Todo está interconectado. Esa es la línea editorial que tratamos de cuidar en nuestro lugar, que haya una coherencia total y que eso esté en sintonía con la onda del barrio y del público.
Claro, también recurrimos a nuestra experiencia previa, a las cosas que funcionaron en proyectos anteriores, a la información dura y cuadrada de las planillas excel. Tratamos de no reinventar la rueda sino de partir de lo que ya existe y ponerle nuestro sello.